martes, 12 de febrero de 2008

Corazón alicaido

Esto era de preveer. Más lista y menos egoista, pero con el el corazón alicaido. Sin pestañear desmonto el calorcito, y la rutina, y prefiero cerrar los ojos, y imaginar que el frío que vendrá, no tendrá nada de malo. Decidí desmontar la rutina sentimental, porque ya no me gustaba el final del cuento que me contaban, los días, las noches, las palabras no dichas.

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